La sentencia.

Durante la sentencia se aclaro que no se pueden “conferir con certeza” a las acusaciones y denuncian fallas en los informes periciales.
La sentencia recuerda que durante el juicio el inculpado negó "categóricamente" los hechos y precisa que "la única prueba incriminatoria" son las manifestaciones del niño, quien atribuyó al acusado dos felaciones, una penetración anal y una persecución en las instalaciones de su escuela.
SIN PRUEBAS Sin embargo, el texto judicial aclara que los datos aportados al procedimiento por el Servicio Forense "dejan constancia de la inexistencia de penetración anal alguna" e indica que las declaraciones de los profesores del colegio "descartan absolutamente la persecución".
La sentencia desvirtúa además los informes realizados por las peritos del equipo psicosocial y de la psicóloga del menor, quienes durante el juicio estimaron como "creíbles" las manifestaciones del niño.
El tribunal aprecia "carencias relevantes" en los informes de estas profesionales, a una de las cuales le reprocha haber trabajado con la "hipótesis acusatoria" como "premisa única", "descartando" otras posibilidades. La sentencia es menos crítica con los informes de las otras dos expertas, pero también encuentra en ellos "carencias metodológicas relevantes", entre otros defectos.
Mi pensamiento: Nadie puede saber si se hizo bien en dejar sin ningún cargo a este hombre, pero sin embargo se realizó un juicio justo ante este mismo hombre y debido a la falta de pruebas así terminó el caso.